He encontrado, en uno de esos bolsos que se abandonan por años, una hojita de papel, que ya no es blanca, pero que tampoco es amarilla, tres palabras: Te amo, Camila. Y hay dos interpretaciones. La primera, Camila ama a alguien. La segunda, alguien ama a Camila. La realidad, Camila tuvo que recordarse muchas veces cuanto se amaba, porque muchas veces lo olvidó, y olvidarlo era el acabose, es decir, incapacidad para sentir algo por alguien más, o peor aún, que alguien sienta algo por la misma Camila. Si lo olvida o no en estos tiempos, eso sólo lo sabe Camila.
Camila, sobre todo, quiere que sea de alguien, que las palabras las diga alguien, a su oído, sin miedo y en un susurro suave, callado, respirado.
domingo, enero 06, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario