miércoles, marzo 26, 2008

THINKING

Pienso. Diría el filósofo, luego existo. No. En realidad existo, incluso sin pensar. Lástima. Es bueno pensar. Pasa que trato de evitarlo, no porque no quiera, sino porque viene él, y él no es bueno. No existe. Está bien. Pronto le diré un poco, para que al fin sea lo único que es, un personaje de estas letras. Una musa, por decirlo de otra manera.

viernes, marzo 21, 2008

AMORIOS

Piensa en él en una cantidad incontrolable, excesiva. Su cuerpo lejos y no mira, casi nunca. A veces despista, pero puede ser imaginación, nada más. Lo quiere, tal vez. Sin motivo, seguramente. Loca, también. Enamorada, un poco.

martes, marzo 11, 2008

UN DOCTOR

Esta tarde le dije al médico que conocía perfectamente las causas de mis dolencias, que no era necesario su presencia y que no sabía que hacía en su consultorio. Un oído tapado, eso fue, pero que lo demás, era por el ventilador. Se echo a reir. Entonces me mandó diez pastillas de algo así como, no me acuerdo, en fin, bien caras, como todo lo que suelen mandar los médicos que no están supeditados a las EPS, y que al final tendría que estar como nueva, que el oído estaba bien, por fuera, pero que nunca se sabe. Bien, le dije, aunque no sabe que pocas veces me tomo los medicamentos, porque, no sé realmente, pero prefiero omitirlos. Al final, con el nombre, me alivio. Eso de la enfermedad es sólo una intención nauseabunda, ja!, de molestar a mi mamá por el teléfono. ¿Y el ventilador? -Apágalo. -¿Apagarlo? ¿Está insinuando que me muera?

En fin. Le dije al médico que algún día volvería, pero que en realidad, suele no hacer nada interesante por mi vida, que sería más fácil saludarlo simplemente, porque pocas veces, salvo esa vez que tenía amigdalitis y me envió una inyección de esas que duelen esta vida y la otra, y que la mando a secas, sin la que hace que duela menos y se alivie más rápido, sirvió para algo. Bien, la médica es buena gente y tiene unas fotos interesantemente chistosas en su pared.

La verdad, he perdido su confianza. No en ella, en todos. Lástima, porque la confianza es lenta.

Tranquilo, cuando necesite un doctor, le avisaré.

sábado, marzo 08, 2008

SIN ESTADO

Afuera no hace frío, pero tengo frío. Hace poco pedía un poco de descanso. Nadie respondió. Así que decidí ir contra ello y me tome el día libre. Todo el día. Hasta hace cinco minutos, que es exactamente lo que falta para la medianoche. Todavía hay cansancio. Mi cama es la mejor del mundo, pero el cuerpo no se adapta a ella, ni a ninguna. Bueno, sólo a una, a la de ella, que es escasa, y que se hará cada vez más escasa.

Ya no le pienso tanto y eso es bueno. Tampoco me pienso mucho y eso es malo.

El aire sigue a medias. Respiro poco. Todavía le puedo prestar mi oído izquierdo, si quiere.

Miento, le pienso un poco, pero es por la soledad. Sí, es cierto, físicamente no estoy sola. Es otra soledad, que no cubren los minutos de celular.

A Eduardo, qué decir, aún le saludo.

Sigo queriendo tener magia para detener el tiempo, no mucho, sólo un poco. Estoy haciendo barquitos. Fue el hombre de los barcos. No lo he contado, pero los barcos de ellos se hundieron, hasta el fondo. Lástima, el corazón se hundió con ellos, y digo lástima, porque se quieren, en el fondo, incluso. Podría ser orgullo, pero sólo es un invento que hago para darle un buen final, o un final no tan trágico como es, en realidad. Era una pareja bonita. Dos menos.

Estaba hablando del tiempo. Los párrafos ya son más corto y me duele un poco. No quiero perder la gran longitud. Por eso tengo miedo. Un poco (Muchísimo). En fin. Quisiera detener un poco el tiempo, no porque no quiera crecer, no. Sólo para leer un poco. Hace días que quiero leer a Borges, a Pizarnik, a Cortázar. ¿Coelho? No, nunca. Coelho es para hacer barquitos. Con el tiempo detenido tal vez podría decirle un poco, aunque cada vez sea menos necesario. Compartir lo que hay adentro. Digamos que es la diferencia entre tener un bolso lleno y uno vacío. Pesa menos. Sería, además, la posibilidad de desatrasarme de todo lo que tengo que hacer. Y de hacer otras cosas. Últimamente me siento tonta y vacía.

Escuché noticias toda la semana. Estuvo bien. Me gusta ser periodista, sólo a veces. No te preocupes Camila. No hay por qué preocuparse.

Me acompaña el ruido del ventilador. Pereque está perdido. Tengo sueño, pero no quiero dormir. Está bien, hay que dormir.

Sin estado es como estar vacío, es más, es estar indescriptiblemente vacío, mejor, indescriptible, a secas, y no necesariamente triste.

lunes, marzo 03, 2008

OÍDOS

Me duelen los oídos, tanto que quisiera prestarlos un rato y desentenderme de ellos un buen espacio de tiempo, mejor, desoirme de ellos, haber si de pronto mis manos dejan de desear llegar hasta allá y moverlos bruscamente. Los oídos no entienden que me tienen cansada de sus gritos ahogados y silenciosos que me alejan del mundo y hacen que la cabeza tenga que doler.

Si alguien quiere, se los puedo prestar un poco.