Detrás de la ventana, la lluvia cae, sigilosa, sin afán. Yo la miro, casi suplicándole que se detenga, que tengo que salir. Desde la mañana se ha apoderado de la ventana, o del mundo, no sé. Hace frío. En esta ciudad es difícil que haga frío. Tiene que llover. Ojala las cobijas estuvieran aún calientes. Ojala fuera sábado y no miércoles, pero es miércoles. La lluvia no para, la intento mirar con desdén. No puedo. La necesito. Ella me mira con desdén. Si puede. No me necesita. Estará parada en mi ventana. cae, sigilosa. No tiene afán.
jueves, marzo 09, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario