domingo, agosto 05, 2007

...

Es odio, y lo sé. Sólo que trato de ocultarlo en medio de nieblas, de soledades, y de recuerdos que se fueron. Es odio, y lo sé, pese a todo, pese a las palabras, pese a lo que trate de hacer. Es odio, y lo sé, porque todavía cuando le pienso, hay un retorcijon estrepitoso, y doloroso, que le atrapa, que le mata, incluso, que tiene ganas de pegarle en la cara. Es odio, aunque trate de no mirarle, de no pensarle, de olvidarle. El odio es odio, y está inscrustado por mucho tiempo.

No hay comentarios.: