martes, octubre 23, 2007

PELIGRO: ALTAMENTE SENSIBLE

Vuelve la melancolía. Estoy segura que es por la sobrecarga de sensibilidad. Ella está lejos. Él está cerca, pero invisible y por estos días me duele como antes. Odio la política, papá, por dos cosas, sobre todo. Una. Te mató. Dos. Es más sucia que mis zapatos empatanados. ¿Sabes cuánto me duele, papá? Yo he querido seguirte, no en tu forma, sino en la mía. Y he tratado de cargar con tu pensamiento, de querer la izquierda, pero no de ser izquierdista. Me da miedo y es todo. Tu fortaleza te la llevaste contigo, incluso tu poder de palabra y de convencencimiento. Yo creo en tus amigos, porque creo en tí, solamente, pero el resto de mundo me provoca naúsea y es imposible que pueda confiar. Estoy segura que querías un mundo distinto, que veías un mundo distinto, que luchabas un mundo distinto, y no sabes cuánto dolor me causa ver a Robledo, por ejemplo, o a Gómez, por ejemplo, haciéndo lo que querías hacer y creyendo en algo que si fuera, sería distinto. Y eso duele en el fondo, casi como si abrieran mi pecho a sangre fría y le clavaran un cuchillo al corazón. Yo sé que te podes revolcar en la tumba por no seguir tu lucha, por no tener el corage, por no salir descalza a cualquier pueblo, pero el camino es largo papá, y he de caminar los pasos que te faltaron, con mis zapatos y por mis caminos. Eduardo se paraba cerca a la iglesia. Yo he de escribir, y es todo.

Arde la sensibilidad. Las lágrimas ya están preparadas, incluso si me dicen que estoy bonita. Sólo escuchó las mismas canciones y el corazón les sigue la corriente, al punto de sentir desamor y tristeza sin motivo, quizá con uno que otro recuerdo, sólo porque la canción lo produce, y luego apareces y quisiera ponerte la canción, no porque duelas, sino porque odio que el final sea el mismo, que no tenga el corage, que te hayas escondido, que tenga miedo, que estés pasando desapercibido. Y entiendo que eres un invento, como casi todos, como se convierten todos... "...y ahora no sé, qué voy hacer si tu no estás, me matará la soledad, porque no vuelves a intentar..." Y me siento estúpida escribiendo la canción, pero la estupidez me ha perseguido insistentemente y entiendo que las canciones transforman el ambiente y continuan inventando el resto de historia que falto, que incluso, ni siquiera llegó.

Odio lo que pasa en este instante, tener que levantarme, no tener nada que valga la pena.

Altamente sensible, mejor, contagiosamente sensible. No se acerque!!!!!

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